La cultura del trabajo cambió. Lo que antes era un orgullo (estar 25/30 años en la misma empresa) hoy es rotulado como “quedado, sin ambición”. Cambiar permanentemente de trabajo era mal visto y hoy es sinónimo de proactividad y espíritu de mejorar.

La pandemia del covid, más allá de los temas médicos y sociales, también introdujo cambios en las modalidades de trabajo que no solo perduran sino que se acrecentaron desde entonces. En infinidad de actividades que no requieren un trabajo manual se trabaja desde cualquier sitio, no hay que “fichar” hora de entrada y salida. Y en muchas además, gracias a internet, ni siquiera hay que estar en el país en donde está radicada la empresa para la cual se trabaja.

¿Qué significa este cuadro de situación?

Que los que trabajamos tuvimos que hacer un curso acelerado de cambio de paradigmas, los cambios (muchos de ellos gatillados por la tecnología) fueron mucho mas rápido que nuestra capacidad de adaptación.

El desarrollo vertiginoso de la IA puso al mundo patas para arriba.

¿Por qué nos parece importante esto?

Porque estas situaciones debieron y deben ir acompañadas de la incorporación en las personas de nuevas habilidades y el desarrollo de nuevas aptitudes.

Y aquí tenemos dos caminos que se bifurcan, se cruzan, se separan y se vuelven a encontrar.

Por un lado tenemos el uso de las nuevas tecnologías, no se termina de incorporar lo nuevo y ya aparece algo mas nuevo todavía. Nuestros cerebros crujen.

Y por otro lado tenemos la toma de conciencia de la importancia del factor humano: la gente es la protagonista de estas historias, las que las hacen, las que las sufren y las que las disfrutan.

Y de este conglomerado inconmensurable (la gente) hoy queremos rescatar a los llamados mandos medios.

Personas entre 30 y 40 años que acceden a puesto gerenciales a los que se les exige habilidades y aptitudes sin la preparación necesaria.

Desde nuestra experiencia vemos mucha oferta para “aggiornarse” en tecnología, en procesos de gestión, se insiste mucho en liderazgos de todo tipo, trabajo en equipo un montón.

¿Y qué de estos jóvenes “mandos medios”?

Se les dice mucho, se les pregunta poco y se los escucha menos. Una pena. Tienen mucho para aportar.

En general se les ofrecen capacitaciones con productos “envasados” sin tener en cuenta las necesidades propias y singulares de “ese” grupo en “esa” empresa.

Por eso en la consultora brindamos programas de capacitación “in company” y coacheo personalizado después de una primera entrevista, así logramos prepararlo para lo que realmente necesitan. Nosotros lo hacemos distinto, lo hacemos más humano. Porque creemos que esa es la manera de impactar y sumar valor.

Para consultas podés comunicarte por Whastapp