Conversaciones en la empresa.

¿La salud mental en el trabajo y las buenas conversaciones van de la mano? ¡Totalmente!

Eduardo Press Consultores

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No hay mucha ciencia detrás de este enunciado, está demostrado de sobra que las buenas conversaciones en el entorno laboral colaboran con una buena salud mental.

Como indicó el Great Place To Work en uno de sus artículos del año pasado, los procesos comunicacionales en el entorno laboral son complejos y su mal funcionamiento puede afectar la productividad. ¿Pero qué pasa cuando la comunicación se trabaja como un eje central de la estrategia? La respuesta es clara: mejora la salud mental de los trabajadores, desarrolla un clima laboral positivo y se observa una mejora en los procesos.

Esto, lejos de ser magia, es inherente al comportamiento humano. Las habilidades en el área de comunicación son fundamentales y uno de los skills más buscados a la hora de contratar colaboradores. Contar con estas herramientas permite entenderse mejor a sí mismos, generar entornos colaborativos, mantener vínculos sanos con sus compañeros y mejorar la toma de decisiones.

Los ejemplos de una mala comunicación son los más conocidos: errores en la producción, falta de motivación, menor sentimiento de pertenencia, conflictos acumuladores, mayor ausencia, entre otros como ansiedad, estrés excesivo, depresión o mobbing.

¿Cuál es el check-list de una buena comunicación?

Claridad

Generar mensajes fáciles de entender desde el primer momento, evitando la ambigüedades y nuestro “propio saber”, ya que es posible que el receptor no tenga en mente las mismas cosas que nosotros. Ejemplo: Si tu compañero está en medio de un balance, por ahí va a ser difícil que pueda cambiar rápidamente de chip hacia lo que le estás diciendo. Pensalo como si tuvieses muchas ventanas abiertas en el navegador y tenés que tomarte unos segundos para encontrar la que tiene la información que buscas.

Menos es más

Nuestras mentes tienen filtros (cultura, expectativas, creencias, experiencias, etc.) y todo lo que recibimos pasa por ellos. Al momento de dar información se tiene que hacer de una manera ordenada y destacando los puntos más importantes, evitando divagar o dando información de más.

Hablar de los hechos, no de las personas

Cuando te encuentres pensando o diciendo “porque vos sos….” es una red flag enorme para darte cuenta que algo ahí no está fluyendo. Cuando hay que marcar un error es buscando una mejora, y si atacamos al “ser” ya deja de ser constructivo y deja de ser profesional.

Autogestión emocional

Relacionado al punto anterior, es importante no ser víctima de nuestras emociones. Ellas están siempre presente, pero reconocerlas y gestionarlas nos ayudan a mejorar nuestra comunicación y mejora nuestro desempeño como equipo.

Comunicaciones de ida y vuelta

Si tu interlocutor hace preguntas y pide aclarar puntos o comenta que nunca lo había pensado de esa manera, ¡hiciste un buen trabajo! Dar espacios de interacción es la mejor manera para fomentar la participación y el compromiso.

Claro está que las consideradas “conversaciones difíciles” tienen otros puntos a tener en cuenta, pero si tenés presente estas recomendaciones no solo estás siendo un mejor compañero o jefe, también estás brindando un espacio seguro para el diálogo y promoviendo bienestar psicológico.

Podés conocer más sobre esta temática en nuestro próximo webinar. El jueves 24 de octubre a las 18.30 vamos a dar una profunda formación sobre la importancia de la comunicación en las empresas junto a Eduardo Press. Incripciones e información en el siguiente link: https://forms.gle/3f1b6nww38oj6exm9

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